La terapia de frecuencia, incluidas tecnologías como microsumas y campos electromagnéticos vibrantes (PEMF), juega un papel importante en la electromedicina moderna al restaurar el equilibrio de energía natural del cuerpo. Estas tecnologías se basan en el principio de que nuestras células tienen un potencial eléctrico que debe ser óptimo para mantener la salud. Como se menciona en el libro del Dr. Jerry Tennant La curación es voltaje, la tensión celular adecuada es esencial para la capacidad del cuerpo para sanarse, y cuando la tensión cae por debajo de un cierto nivel, las células no pueden funcionar normalmente, lo que puede conducir a la disfunción y la enfermedad a nivel celular.
La terapia con PEMF es especialmente efectiva para estimular la función de las células al aumentar la producción de energía en forma de ATP, mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación. Lo mismo se aplica a los microscarriles, que también han demostrado ser útiles para ajustar el voltaje de la célula y optimizar la comunicación celular, lo que promueve la curación y el alivio del dolor más rápido. Los pioneros como el Dr. Royal Rife han desarrollado tecnologías basadas en frecuencias, como la máquina RIFE, utilizadas para apuntar a frecuencias específicas contra los patógenos, lo que ha inspirado la terapia de frecuencia moderna.
Un enfoque holístico para el tratamiento electromédico, incluido el uso de PEMF, la tecnología de onda milimétrica y el microscvo, se trata de apoyar los procesos de curación naturales del cuerpo al corregir los desequilibrios eléctricos, mejorar el potencial de la membrana celular y estimular los propios mecanismos de curación del cuerpo.